La historia falsa es la...
2!
Pues sí. No conocí a Kate Winslet, aunque me hubiese encantado. La historia de los policías es la verdadera, igual os ha despistado la amabilidad de los polis londineses, pero es que estos eran polis del condado de Yorkshire, bastante tribales...
No me puedo extender mucho hoy que tengo jaleo, pero tampoco quería dejaros con la intriga.
Recomendación musical del día:
Sophie Ellis-Bextor - Murder on the dancefloor (The Altogetheeeeeeeer!)
viernes, 30 de mayo de 2008
jueves, 29 de mayo de 2008
Guess what
2 historias. Una es verdad, la otra no. Podéis distinguir cual es cual? La solución, mañana.
HISTORIA 1: El incidente diplomático.
Una vez, estando en Inglaterra, 2 policías me abordaron cuando iba por la calle.
Iba fumando un cigarrillo de liar, que en Inglaterra, y para un adolescente, era lo más affordable que podía permitirme. Cuando vieron algo que parecía un porro (no lo era), se acercaron y me preguntaron qué estaba fumando. Yo, todo nervioso, no sabía decir tabaco de liar, claro, y mi inglés casi fluído que había adquirido, se transformó de repente en una ristra de balbuceos.
Los policías, acto seguido, empezaron a registrar la mochila, tirando mi packed lunch (2 sandwhiches y bolsa de patatas) a la basura. En total, me tuvieron casi media hora. Para más inri, había perdido mi cartera en el autobús y no tenía ni DNI, ni pasaporte, ni nada por el estilo.
Cuando por fin me dejaron ir y llegué al College, tarde, le conté todo esto a mi profesora, que llamó a uno de los tutores, y al repetirle la historia, me llevó a la comisaría a intentar aclarar el entuerto. En comisaría no dieron mucha credibilidad a la historia, claro, la descripción que pude dar de los 2 bobbies no era demasiado aclaratoria (Altos, rubios, pelo corto...) y el hecho de que no llevara mi documentación, no ayudaba.
Salimos en el coche patrulla para que les enseñara dónde había sucedido todo, y con los nervios, les indiqué mal la calle, ya que en los barrios residenciales ingleses, todas las calles parecen iguales.
Cuando los policías ya estaban a punto de desistir y dejarme por mentiroso, loco, o ambas a la vez, recordé que todo había sucedido frente a una casa con un buzón rojo, y una jaula con un loro enorme en un salón, que se veía desde la calle. Uno de los policías, el más joven y el que menos raro me miraba, dijo que esa casa estaba en calle paralela, y al llegar a esa calle, y a esa casa, y mirar en la papelera, apareció un packed lunch con 2 sandwhiches y una bolsa de patatas.
El comisario en persona me pidió disculpas, preguntó si quería que montáramos una rueda de reconocimiento, a lo que dijimos que no era necesario, ya que la cosa no había llegado a mayores, y además usó sus contactos para que me expidieran una carta indicando que había perdido el DNI y el pasaporte y con la que pude volar sin problemas y sin tener que quedarme un par de días más en UK esperando el duplicado del pasaporte que habíamos pedido en la embajada.
HISTORIA 2. Las inglesas y el collar.
Una vez, estando en Inglaterra, salimos un jueves de marcha.
Los jueves era el único día que podíamos salir, ya que al tener 14 años, los fines de semana nos pedían siempre el carnet, pero a diario hacían un poco la vista gorda y nos dejaban entrar.
A las 11, cuando sonó la campana que indicaba que los pubs debían cerrar, salimos corriendo hacia la estación de tren, teniendo la mala suerte de llegar justo cuando el último tren dirección nuestro barrio estaba saliendo de la estación.
Preguntamos cuantas pounds podía costarnos un taxi hasta nuestro barrio, y ni de lejos nos llegaba.
Así que decidimos ir andando. En mitad del trayecto, nos encontramos un par de inglesitas un poco perjudicadas. Empezamos a hablar con ellas, más bien empecé, ya que el que más se manejaba con el idioma era yo. Las chicas estaban pasando un par de semanas de vacaciones, ya que eran de Reading, y habían alquilado una habitación en un pequeño Bed and breakfast que estaba cerca de la zona donde vivíamos nosotros.
Al llegar, uno de mis amigos-vecinos propuso ir a su casa, al día siguiente teníamos gymkana en el college y no teníamos que ir hasta las 10 de la mañana. Aunque ya eran las 12 y media, aceptamos, tras llamar a nuestras respectivas madres postizas para avisar. (La mía en particular me dijo: "Ah, pero no estabas ya en tu cuarto?").
Las inglesas, que se llamaban Kate y Nadia (madre rusa, su acento era un espanto), también se apuntaron, y nos lo pasamos en grande bebiendo chupitos de vodka a palo seco (lo único que había en la casa, aparte de los putos zumos con burbujitas), jugando a la play y al Tornado.
A las 4 de la mañana o así nos despedimos, bastante borrachos todos, y nos fuimos a nuestras casas.
Un año más tarde, una tarde de domingo, volví a ver a Kate. Sostenia un collar entre las manos, su pareja era Leonardo DiCaprio, y se apellidaba Winslet.
Hagan sus apuestas, señores.
HISTORIA 1: El incidente diplomático.
Una vez, estando en Inglaterra, 2 policías me abordaron cuando iba por la calle.
Iba fumando un cigarrillo de liar, que en Inglaterra, y para un adolescente, era lo más affordable que podía permitirme. Cuando vieron algo que parecía un porro (no lo era), se acercaron y me preguntaron qué estaba fumando. Yo, todo nervioso, no sabía decir tabaco de liar, claro, y mi inglés casi fluído que había adquirido, se transformó de repente en una ristra de balbuceos.
Los policías, acto seguido, empezaron a registrar la mochila, tirando mi packed lunch (2 sandwhiches y bolsa de patatas) a la basura. En total, me tuvieron casi media hora. Para más inri, había perdido mi cartera en el autobús y no tenía ni DNI, ni pasaporte, ni nada por el estilo.
Cuando por fin me dejaron ir y llegué al College, tarde, le conté todo esto a mi profesora, que llamó a uno de los tutores, y al repetirle la historia, me llevó a la comisaría a intentar aclarar el entuerto. En comisaría no dieron mucha credibilidad a la historia, claro, la descripción que pude dar de los 2 bobbies no era demasiado aclaratoria (Altos, rubios, pelo corto...) y el hecho de que no llevara mi documentación, no ayudaba.
Salimos en el coche patrulla para que les enseñara dónde había sucedido todo, y con los nervios, les indiqué mal la calle, ya que en los barrios residenciales ingleses, todas las calles parecen iguales.
Cuando los policías ya estaban a punto de desistir y dejarme por mentiroso, loco, o ambas a la vez, recordé que todo había sucedido frente a una casa con un buzón rojo, y una jaula con un loro enorme en un salón, que se veía desde la calle. Uno de los policías, el más joven y el que menos raro me miraba, dijo que esa casa estaba en calle paralela, y al llegar a esa calle, y a esa casa, y mirar en la papelera, apareció un packed lunch con 2 sandwhiches y una bolsa de patatas.
El comisario en persona me pidió disculpas, preguntó si quería que montáramos una rueda de reconocimiento, a lo que dijimos que no era necesario, ya que la cosa no había llegado a mayores, y además usó sus contactos para que me expidieran una carta indicando que había perdido el DNI y el pasaporte y con la que pude volar sin problemas y sin tener que quedarme un par de días más en UK esperando el duplicado del pasaporte que habíamos pedido en la embajada.
HISTORIA 2. Las inglesas y el collar.
Una vez, estando en Inglaterra, salimos un jueves de marcha.
Los jueves era el único día que podíamos salir, ya que al tener 14 años, los fines de semana nos pedían siempre el carnet, pero a diario hacían un poco la vista gorda y nos dejaban entrar.
A las 11, cuando sonó la campana que indicaba que los pubs debían cerrar, salimos corriendo hacia la estación de tren, teniendo la mala suerte de llegar justo cuando el último tren dirección nuestro barrio estaba saliendo de la estación.
Preguntamos cuantas pounds podía costarnos un taxi hasta nuestro barrio, y ni de lejos nos llegaba.
Así que decidimos ir andando. En mitad del trayecto, nos encontramos un par de inglesitas un poco perjudicadas. Empezamos a hablar con ellas, más bien empecé, ya que el que más se manejaba con el idioma era yo. Las chicas estaban pasando un par de semanas de vacaciones, ya que eran de Reading, y habían alquilado una habitación en un pequeño Bed and breakfast que estaba cerca de la zona donde vivíamos nosotros.
Al llegar, uno de mis amigos-vecinos propuso ir a su casa, al día siguiente teníamos gymkana en el college y no teníamos que ir hasta las 10 de la mañana. Aunque ya eran las 12 y media, aceptamos, tras llamar a nuestras respectivas madres postizas para avisar. (La mía en particular me dijo: "Ah, pero no estabas ya en tu cuarto?").
Las inglesas, que se llamaban Kate y Nadia (madre rusa, su acento era un espanto), también se apuntaron, y nos lo pasamos en grande bebiendo chupitos de vodka a palo seco (lo único que había en la casa, aparte de los putos zumos con burbujitas), jugando a la play y al Tornado.
A las 4 de la mañana o así nos despedimos, bastante borrachos todos, y nos fuimos a nuestras casas.
Un año más tarde, una tarde de domingo, volví a ver a Kate. Sostenia un collar entre las manos, su pareja era Leonardo DiCaprio, y se apellidaba Winslet.
Hagan sus apuestas, señores.
martes, 27 de mayo de 2008
Con dos fogones
Cuando todos pensabámos que lo más cercano al Nirvana terrenal era conseguir mesa y degustar los platos que Ferrán Adriá cocina primorosamente en El Bulli, va Santi Santamaría y rompe la baraja.
El cocinero de El Racò de Can Fabes no sólo ha puesto en entredicho la calidad de algunos de los platos de sus compañeros, sino que se ha atrevido a decir que algunos cocinan cosas que ni ellos mismos se comerían.
Todo esto ha abierto un frente en una guerra no declarada, pero que existe desde hace mucho tiempo: la de los cocineros de élite.
Mientras unos se empeñan en el eclecticismo (XXX) y las combinaciones más imposibles, los otros contraatacan volviendo a la cuchara, el puchero y el horno de leña. Mientras los primeros deconstruyen todo lo habido y por haber, los otros hacen hasta su propio pan, moliendo su propia harina.
Pero todos coinciden en 2 cosas: en dejar el pescado crudísimo y en utilizar aditivos que, según Santamaría, deberían estar obligados a declarar en la carta.
Lo que nos faltaba, si ya de por sí los nombres de los platos son largos y rimbombantes, imaginaos eligiendo entre cosas tan suculentas como "Solomillo al aroma de acidulante E-423, con espuma de espesante D-231 y sus patatitas espolvoreadas con conservante" o "Lubina de criadero de 4 meses alimentada con krill liofilizado asada con salsa de gelificante A-789 y crujiente de parmesano".
Y hoy me han sacado una muela, así que tengo un poco menos de juicio.
Espero conservar algo...
lunes, 26 de mayo de 2008
Me voy a rapar al 3
Laterales al 2. Y me recortaré la barba, cortita tb.
Comentarios?
Canción del día: (Qué poquito queda...)
viernes, 23 de mayo de 2008
Adidas3
Bueno, ya me decidí por el coche y hace un par de días fui a hacer la reserva.
Y como todo últimamente me sale a pedir de boca, pues casualidad tenían el coche que yo quería, en el color que yo quería, en Barcelona. Así que en estos momentos estará en algún camión por la A2 rumbo a los Madriles, y con un poquito de suerte, el viernes que viene jubilaré al pobre Adimovil 1, y daré la bienvenida al Adidas3, como he pensado llamarle.
Me hicieron una oferta bastante buena, así que al final me he quedado con el Mazda 3 Active+ Kendo, en color Galaxy Grey. Ojo, las fotos son de un coche como el mío, pero no es el mío. De hecho son de un coche americano, que ayer Peibs cuando se las enseñé dijo que el vecindario parecía un poco Desperate Housegays, y lleva toda la razón :D
Y nada, por hoy os quedáis con eso, que está el día gris, como mi coche, y no me apetece extenderme plus.
Buen finde y mañana, todos a ver Eurovision.
miércoles, 21 de mayo de 2008
Four minutes (para corrernos vivos)
Edito: Ahora resulta que nuestra Diva en mayúsculas es omnipresente, como Dios, porque ese mismo día actuará en Alicante. Y es que Madonna puede tener hasta el don de la ubicuidad si le da la gana... Credibilidad de mi noticia: -27
1 día. 1 cantante. 1 ciudad.
Madonna vuelve a España tras 7 años de pasarsenos por el forro.
BCN, 18 de Septiembre, Sweet and Sticky Tour '08.
Yo estaré, espero.
Vosotros?
lunes, 19 de mayo de 2008
Sum Sum
Bueno, pues ya he vuelto a la normalidad, relativamente.
Ya estoy en la ofi, tengo tiempo de leer, de comentar y de seguir con el tema coche, que tengo ya la cabeza como un bombo.
Finalmente creo que me voy a comprar el Mazda 3, porque a mi padre le ha encantado, y así además cuando me vengan los 1800 euros de seguro del primer año, se los encasqueto a él y me quedo como Dios.
La versión que me gusta es 1.6 CRTD de 109 CV y acabado Active+ Kendo. El precio base son 20.350, asi que si lo consigo por 19 me doy por satisfecho. Por 18500 le como el rabo al comercial, y por 18 al comercial y a todos los del concesionario. Y si me lo dan por los 17130 que he visto en una pagina de internet de estas que te buscan los precios mas baratos, al comercial, los del concesionario y a todos los habitantes del recondito pueblo al que tenga que ir a por el coche. (Espero que no sea en Madrid, porque iba a terminar con las quijadas extenuadas).
Y dejemos de hablar de coches, que ultimamente este blog parece hetero, o algo.
Me quedan 28 días para terminar las prácticas. Y ya me han hablado de la opción de quedarme aqui, así que a ver que tal. La suerte es que esto es una empresa pequeña, que acaba de ser comprada por una megaempresa del sector, así que si me quedo aquí, en unos meses estaría trabajando en una empresa muy interesante.
Para que os hagáis una idea, es como si entráis a trabajar de dependientes en Springfield y de repente, Calvin Klein compra Springfield y transforma todas las tiendas de SPF en tiendas CK.
Un tema a tratar es la panoja, claro, y más ahora que voy a empezar a tener que desembolsar todos los meses un pico para pagar el coche, aunque a no ser que me ofrezcan un sueldo paupérrimo, tendré que valorar seriamente lo que esto conlleva.
Y en otro orden de cosas, hoy hace sol.
Mola, no?
Ya estoy en la ofi, tengo tiempo de leer, de comentar y de seguir con el tema coche, que tengo ya la cabeza como un bombo.
Finalmente creo que me voy a comprar el Mazda 3, porque a mi padre le ha encantado, y así además cuando me vengan los 1800 euros de seguro del primer año, se los encasqueto a él y me quedo como Dios.
La versión que me gusta es 1.6 CRTD de 109 CV y acabado Active+ Kendo. El precio base son 20.350, asi que si lo consigo por 19 me doy por satisfecho. Por 18500 le como el rabo al comercial, y por 18 al comercial y a todos los del concesionario. Y si me lo dan por los 17130 que he visto en una pagina de internet de estas que te buscan los precios mas baratos, al comercial, los del concesionario y a todos los habitantes del recondito pueblo al que tenga que ir a por el coche. (Espero que no sea en Madrid, porque iba a terminar con las quijadas extenuadas).
Y dejemos de hablar de coches, que ultimamente este blog parece hetero, o algo.
Me quedan 28 días para terminar las prácticas. Y ya me han hablado de la opción de quedarme aqui, así que a ver que tal. La suerte es que esto es una empresa pequeña, que acaba de ser comprada por una megaempresa del sector, así que si me quedo aquí, en unos meses estaría trabajando en una empresa muy interesante.
Para que os hagáis una idea, es como si entráis a trabajar de dependientes en Springfield y de repente, Calvin Klein compra Springfield y transforma todas las tiendas de SPF en tiendas CK.
Un tema a tratar es la panoja, claro, y más ahora que voy a empezar a tener que desembolsar todos los meses un pico para pagar el coche, aunque a no ser que me ofrezcan un sueldo paupérrimo, tendré que valorar seriamente lo que esto conlleva.
Y en otro orden de cosas, hoy hace sol.
Mola, no?
sábado, 17 de mayo de 2008
Falsa alarma
Finalmente, no me voy a comprar el Ibiza.
Estuve preguntando precios en la Seat, y me decían que 17500 si quería elegir el color, y claro, me dio la risa tonta, tontísima, porque no pienso, ni remotamente, pagar 3 millones de las antiguas por un Ibiza.
Así que volvemos a la caza y captura de modelo.
Vuelvo a la primera idea que tenía en mente, que es un modelo clase C (para que os hagáis una idea, clase C son el León, el Auris, etc...)
He visto el Kia Cee'd, pero mi padre ha ejercido derecho de veto. De momento el mejor posicionado, es el Mazda 3.
Así que se aceptan sugerencias, eso sí, siempre que entren dentro de los estrictos cánones de mi padre, que son:
- No coches italianos.
- No coches coreanos.
- Coches japos +2.
Mi único veto particular es que no me compro un coche plateado ni muerta en la bañera, así que ese es fácil porque siempre podré elegir otro color.
El presupuesto es de hasta unos 19-20.000 lereles.
Hagan sus apuestas, señores.
jueves, 15 de mayo de 2008
Changes
Edito: Sí, volvemos al verde, que como muy bien dice Clueless es un color que me define.
Pues eso, que encuadrado dentro de mis múltiples cambios recientes, voy a cambiar también de coche.
Está prácticamente decidido ya, y será el Nuevo Ibiza Stylance 1.9 TDI de 105 caballos.
Con BT, USB, techo de cristal y algunas pijaditas más, falta terminar de decidir el color.
Pasen y voten (A su derecha encontrarán la votación)
A ti, ¿cual te gusta?
Citrus:
Rojo rubí:
Azul Nayara:
Pues eso, que encuadrado dentro de mis múltiples cambios recientes, voy a cambiar también de coche.
Está prácticamente decidido ya, y será el Nuevo Ibiza Stylance 1.9 TDI de 105 caballos.
Con BT, USB, techo de cristal y algunas pijaditas más, falta terminar de decidir el color.
Pasen y voten (A su derecha encontrarán la votación)
A ti, ¿cual te gusta?
Citrus:
Rojo rubí:
Azul Nayara:
viernes, 9 de mayo de 2008
Still alive...
Aunque no lo parezca, sigo vivo.
Pero con mucho curro, y fuera de la ofi, y aunque tenemos internete de movilidad y todo eso, no es plan.
Pero os leo, que lo sepáis.
Buen finde para todos, pasado por agua, pero espero que bueno.
martes, 6 de mayo de 2008
Frescor de primavera
No, no es mi nueva marca de suavizante.
Es esa sensación que se da únicamente en los meses de mayo y junio, al despertarte después de una noche de sueño reparador.
Me gustan las cosas pequeñas, cotidianas, rutinarias.
Meterme entre unas sábanas recién planchadas. Colocar la compra al volver del supermercado.
Apagar el despertador un viernes y saber que no volverá a sonar hasta el lunes.
Oler a tierra mojada. Cocinar, con una copa de vino.
Dar una vuelta en el coche una tarde de lluvia. La lluvia, en general.
Son cosas que me arrancan una sonrisa casi imperceptible, que se disfrutan sosegadamente, sin prisas, porque sabes que son cosas que siempre estarán ahí. No va a dejar de llover, los viernes siempre serán viernes y la tierra siempre se mojará las tardes de tormenta.
Y mañana al despertar, después de haber dormido con la ventana abierta, seguiré teniendo esa sensación de equilibrio perfecto de temperatura, de ganas de empezar el día y de tranquilidad.
domingo, 4 de mayo de 2008
Feliz regreso
3 horas y media para hacer 130 kilómetros.
Pobriños los del turno de tarde.
Cuidado en la carretera, mañana, la crónica del puente.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)