Tiene derecho a permanecer en silencio

Hoy me ha pasado una cosa bastante curiosa, al estilo Proud, de esas que te alegran la mañana nada más empezar.

Me ha parado la policía para hacerme un control de alcoholemia, yendo al trabajo. Al principio me ha jodido un poco, porque iba bastante tarde ya, pero al ver al señor POLICIA, así, en capital letters, como que me hubiese sido indiferente aparecer por aquí a las 12 de la mañana.

Qué cara, qué voz, qué todo... yo estaba que se me caía la baba a galones.

"Buenos días, caballero", me ha dicho. "Control rutinario". Así que nada, carnet, papeles, soplar... Yo súper nervioso, porque claro, abrir la boca en un claro gesto obsceno delante de semejante ejemplar intimida...

Al final nada, claro, "Cero cero, así me gusta, chavalote." Chavalote. Yo estaba a punto de fibrilar, como una adolescente quinceañera, sólo me faltaba la carpeta cubriendo mis pechitos prepúberes y cabecear de un lado a otro.

Así que nada, he continuado mi camino con un alegrón que ya no hay Cristo que me amargue el día.

Y mañana LCA, lalalaaaaaaaaaaaaaaaa.