The Blue-eyed world. Capítulo 2.

Becks despierta en la cama de un hospital. El doctor Jacobs, un médico residente del hospital, veintiocho años y una cara arrebatadoramente guapa, le mira con ternura. No se ha movido de su lado. Becks no lo sabe, pero el Dr. Jacobs está enamorado de él en secreto desde que vió su perfil en el Gaydar.

Está explicándole que unos malhechores le atacaron y violaron en el callejón detrás de la discoteca Mohm cuando aparece por la puerta un chico rubio, de ojos claros, y vestido de Hedi Slimane. "Ciela Santa!", exclama al ver a Becks en esas condiciones. "Está bien, doctor?". "Sí, afortunadamente las heridas de la cara y las contusiones son leves, y sanarán pronto, y bueno, no ha habido prácticamente desgarro anal, se nota que el chavalote está acostumbrado, jajaja", dice, intentando disimular con la bata una leve erección.

"Tía, vamos a encontrar a quien te ha hecho esto, te lo juro".

Dos semanas más tarde...

En la soleada terraza decorada por un paisajista, se encuentran Adids, Becks y Dante, haciendo un brunch con unas cuantas cositas compradas en el Mallorca de la esquina.

"Qué fuerte, tías. Esta mañana cuando salía de David Delfín me he chocado con un tío... de ponerle un ático, te lo juro. Me ha tirado todas las bolsas al suelo, y me ha ayudado a recogerlas. Es... madre mía, cómo es. Al final me ha acompañado a coger un taxi y me ha dejado su tarjeta, por si quiero volver a chocar accidentalmente con él. Scottie se llama..." Adids no para de fantasear con semejante ejemplar de la raza masculina mientras Becks y Dante no paran de reir:

"Jajaja, te conocerá del cuarto oscuro, o de alguna sauna", dicen, malvadas.

"Callar, cerdas, y centrémonos, que tenemos que encontrar a los que pusieron a Becks mirando para cuenca".

Dante, refugiado político en casa de Adids y Becks hasta que la prensa pare el acoso mediático al que le están sometiendo debido a unas fotos robadas donde se le ve en actitud cariñosa con Barry Bennett, el último actor-sensación del panorama nacional e internacional, dice que deberían ir a preguntar a Mohm, la discoteca en cuyos alrededores encontraron el cuerpo semidesnudo de Becks. "Yo estoy en lista más cuatro, así que si queréis podemos ir esta noche"

"Guay" responde Becks.

"Tope", dice Adids. "Podíamos invitar a Scottie, a ver si le viene bien, y me lleva a su casa, y hacemos el amor y..."

En ese momento el politono de las Girl's Aloud indica a Adids que tiene un mensaje nuevo en su querido Iphone.

Al abrir el mensaje, queda petrificado. Alguién con número desconocido le pregunta... "¿Y...?"



Continuará....