La teoría del Caos

Dicen que si una mariposa bate sus alas en Pekín, pueden provocar un huracán en Nueva York.

Pues hoy tenía que haber trescientas mariposas chinas dale que te pego a toda pastilla, porque la primera hora de trabajo ha sido un caos total. Se ha caído una maquinita de estas indispensables y las llamadas que entraban no estaban correctamente enrutadas. Así que se han dado situaciones del estilo:

Hola! ¿Eres de la panadería?.- No, nosotros somos de limpieza en seco, pero prueba en el nº tal, que me han dicho que funciona.- No, acabo de llamar, y me han salido los de objetos perdidos de AENA.- Ah, pues si vuelves a hablar con ellos diles que yo he llamado a los bomberos, pero me lo ha cogido uno del Ministerio de Cultura que preguntaba por su maleta...

Así que ha sido bastante divertido. Mañana los informes no lo serán tanto, porque esa maquinita es vital para que nosotros podamos hacer los informes en un pliqui, sin tener que usar ábaco ni nada por el estilo. Pero bueno, tampoco viene mal desoxidarse manualmente de vez en cuando (Y no penséis mal...)

Y para caos el que se montó ayer en la A42, con varios accidentes múltiples y un total de casi cien coches implicados. Por la niebla. Cuesta imaginarse cien coches chocando uno detrás de otro, la verdad. Pero es que la gente es muy agresiva conduciendo en Madrid. Van a toda leche, perdonándote la vida. Y así nos va.

Ya es miércoles. Y yo no tengo hongos, así que el finde se presenta prometedor.

Voy a llamar al Ayuntamiento de Alpedrete, que tengo que hablar con los de la óptica.